El láser lipolítico o lipoláser, consiste en la aplicación de unas emisiones de luz láser sobre las zonas de acumulación de grasa. El láser empleado es un láser de diodo de baja potencia (clase 3B) que emite en una longitud de onda roja visible situada entre 630-680 nm, cuyas contraindicaciones son mínimas en comparación con el resto de las terapias actuales, si bien necesita de ciertas precauciones, como el uso de protecciones oculares, pues no deja de ser un láser.

Esta energía lumínica de características tan peculiares, ayuda a disolver la grasa que será evacuada por el organismo de forma natural, reduciendo y modelando el contorno. La persona se coloca estirada sobre una camilla durante el tiempo que dura la sesión.

Las emisiones de luz láser se realizan mediante unos aplicadores con 9 diodos láser cada uno en la zona a tratar, que se sujetan al cuerpo con unas cintas o correas elásticas, y otros dos aplicadores linfáticos, básicos para el tratamiento, que estimulan el drenaje de la grasa eliminando y facilitando su posterior evacuación.